viernes, 18 de diciembre de 2015

Odio cuando me pongo tiesa como poste

Ya me ha pasado varias ocasiones en estos meses, el asistir voluntariamente a cursos para aprender cosas nuevas, siempre pensando en mi desarrollo personal y para agitar las neuronas (comprobando que aún funcionan, afortunadamente). Pensando en el momento de llegar, me aseguro que sé la dirección exacta y que sé cómo llegar al lugar. Todo bien hasta ahí, ello en pro de mi equilibrio emocional.

Pero toda esa preparación se derrumba en el minuto exacto en que pongo un pie en el lugar... me siento ¡tan nerviosa! no sé ni qué cara pongo... trato de mantenerme tranquilita, de parecer relajada, pero ¡nada! Me pongo tiesa, y no puedo evitarlo! Apenas balbuceo, me complico hasta para quedarme en pie... será mucho? pero me pasa así...

Al tiempo empiezo a relajarme -y aclaremos que con esto del tiempo me refiero a un mes mínimo-, y todo esto porque aún cuando he hecho tremendos esfuerzos por ser amistosa de entrada, SIEMPRE pero siempre me ha pasado algún chascarro... ¡puedo dar ejemplos de eso!

Hasta que finalmente entro en una relativa confianza. Con el paso de los años confío cada día menos, y para evitarme problemas hablo lo justo y necesario con las personas justas y necesarias.

No puedo controlarlo, pero puedo minimizarlo. Viviendo con timidez, sin timidez.


lunes, 26 de octubre de 2015

Qué útil habría sido tener una bolsita de papel en la cartera

Estos días he comenzado a armar mi taller, que se compone básicamente de herramientas que -en la vida!- había ocupado: multifuncional que perfora-pule-corta, sierra, brocas, fresas, soplete, y así varias herramientas del estilo...

Ir a comprarlas ha sido complicado por lo poco que sé al respecto, y además porque el área no es precisamente estilo tienda para princesitas... para no quedar de ignorante, he revisado mucho en internet, buscado los nombres exactos, los precios precisos, cosa de llegar lo más informada posible al momento de la compra, pero...

La última comprada, en una ferretería enooorme... buscando un adaptador para mis brocas pequeñas... puse un pie en el edificio y ya me vi perdida! Uff dónde miéchica están los accesorios! Un guardia-ubicaperdidas me habló y llevó al sitio, no tenían la dichosa cuestioncilla entonces aproveché de pedir la lata que también necesitaba... salvando la situación, hasta que me mandaron a buscarla al fondo a mano izquierda...

Estaba lleno de tipos gritándose unos a otros! Lucho pásate la cuestión, oye wn vamos a comprar una bebía... y así... nooo me sentí tan incómoda, trágame tierra... no sabía dónde ni cómo pararme (el ataque fuerte de cohibitura me comía), pucha traté de pararme lo más derechita posible mirando el horizonte, pero la dichosa latita no llegaba nunca! Por más que traté de hacerme invisible y de correrme de un lado a otro para que nadie me viera, estaba ahí y la incomodidad me mató.

Hasta que llegó el tipo con la latona (enorrme), me hizo firmar una guía de despacho y por fin! pude escaparr.


No supe qué hacer. Nunca me relajé. Debí llevar una bolsita de papel en la cartera.

viernes, 2 de octubre de 2015

Un terremoto más

El miércoles 16 de septiembre a las 20:00 aproximadamente, vivimos un nuevo terremoto. Muchos piensan que una como chilena ya debiera estar acostumbrada, pero cómo adaptarse a estas situaciones... no puedo! no después del terremoto del 2010!

Esa noche sentí miedo. Creí casi como cierta la probabilidad de morir en caída libre desde el edificio donde me encontraba. Pensé que el piso podría derrumbarse y no tendría dónde pisar, casi como dibujo animado...

Por eso los temblores y sucedáneos ya no son broma. Me da miedo morir aplastada como hormiga. Quisiera no tener que temerlo más.

Pero ahí están. Y nunca sabes cómo y cuándo vendrá.

lunes, 31 de agosto de 2015

Cómo una foto en facebook te puede cambiar la vida

Todo este tiempo, desde que murió mi hijo, he sentido que la vida me zamarrea. Trato de ser positiva, de hacer cosas nuevas, pero nada... nada sirve para salir de este estado de insatisfacción. En el fondo de mi corazón sigue este vacío y, por mucho que he tratado, no logro ser feliz, ni siquiera sonreír...

Hasta que pasó lo de este sábado. Paseando la vista por los grupos del facebook, me encontré con una foto... vi la carita de ese pequeño, tan parecida a la carita de mi ratoncito, que buscaba ser adoptado... lloré mucho, desconsoladamente, me quedé pensando en mi hijo y en esa carita todo el día... Al día siguiente tomé la decisión de preguntar por él, si aún buscaban una familia que lo quisiera. Fui a buscarlo, lo traje a casa, él muerto de susto porque desde donde lo rescataron recibió muchos golpes. Pasaron los días, y comenzó este acercamiento entre él y yo...

Me siento viva de nuevo. Vuelvo a creer, a sentirme equilibrada. No es mi hijo, pero es un nuevo bebé del que me haré cargo con todo el amor que soy capaz de darle. Es mi nueva oportunidad de ser feliz.

viernes, 1 de mayo de 2015

Cuando no se puede, siempre es conveniente pedir ayuda

Si algo he aprendido estos años de tolerancia conmigo y con el mundo es que hay momentos en que necesito ayuda. Y por mucho que me haga la capaz de conquistar todo reto hay que admitir cuando las fuerzas se acaban.

Por esa misma razón estoy asistiendo a terapia. Quiero dejar atrás todos los eventos fuertes que me han tocado vivir este año y seguir fortaleciéndome.

Ya me estoy sintiendo mejor. Espero que la vida me dé un respiro para alcanzar a mejorar del todo.

miércoles, 1 de abril de 2015

Las cosa más triste que me ha pasado y cómo me ha debilitado

Han pasado tantas cosas este mes de enero y febrero, que me han llevado a este estado de inseguridad que detesto...


Perdí a mi hijo y eso fue lo peor que me ha pasado en años... era mi familia, era mi amor, era lo más bello que tenía y se fue... no hubo aviso a los familiares, no hubo funeral, no hubo aviso publicado en el diario, no hubo investigación ni persecución al culpable del accidente... sólo silencio...


Me siento débil. Odio sentirme así. Tuve que recurrir, otra vez, a ayuda profesional. Quiero mejorar, seguir adelante... quiero ser feliz...

martes, 24 de febrero de 2015

Hablando con extraños en un lugar frío y punzante

Se vino una inesperada y horrible estadía en una clínica. En varios momentos estuve inconsciente y débil, pero también tuve la lucidez para hilar frases y oraciones.

Conocí muchos funcionarios estos días: paramédicos, auxiliares, enfermer@s, doctores. Muchas de esas personas fueron más que cordiales conmigo, y sucedió algo mágico conmigo... me sentí cómoda conversando con naturalidad con estas personas, compartir mis propias experiencias y, en más de una ocasión, escuchar las historias que compartieron conmigo.

Estando en esta situación de desamparo y debilidad, me sentí cómoda y libre para abrir mi mente y corazón a perfectos desconocidos.

jueves, 29 de enero de 2015

Perdí a mi hijo

Copio y pego de mi otro blog...

Hace unos días estuve de cumpleaños, en general es una fecha bonita y a estas alturas como de aniversario... se acumulan las experiencias más que sumar años.

Y esta fecha en particular se venía especialmente linda, con la llegada de nuevos integrantes a la familia. Pero pasó lo peor.

En cuestión de horas perdí uno de los amores más grandes que me ha brindado la vida. Para el resto podía ser una simple mascota, simplemente un animalito más como tantos existen. Para nosotros, él y yo, un amor inmenso eterno incondicional hermoso intenso sincero, mayor al que siento por muchos seres humanos.

Lo perdí, aunque hice todo por brindarle la mejor atención luego del accidente del que él obviamente no pudo decirme nada.

Quedé en shock, se me hizo triste la vida a pesar de la bella espera. Tuve que tomar decisiones para las que no estaba ni por cerca preparada. Y la más importante fue la de seguir adelante inmediatamente, con lágrimas y dolor incorporado, porque ahora la vida no sólo depende de mí, sino también de los bebés que van a llegar.

Fue una de las decisiones más duras que me ha tocado vivir.




Perdí un hijo, y tuve que seguir adelante, por mis hijos.