jueves, 2 de febrero de 2017

La muerte y los muertos, Parte 4

4. Los trabajadores de la muerte, también conocidos como "personal de la salud".

Es algo obvio, pero para los trabajadores del rubro, la muerte es su trabajo. No pueden comprender tu dolor ni contenerte, porque de no ser por los muertos no tendrían trabajo. En el caso de los auxiliares de enfermería y personal de salud, morir es parte también de su rutina. Si bien hacen esfuerzos por salvar la vida, también saben a quién deben dejar ir... no hacen conexiones emocionales -no sería sano hacerlas-, pero uno como paciente siente eso y te hace mal, porque sabes que en el fondo, esas personas NO están ahí para protegerte, sino para cumplir sus horas de trabajo.

Recuerdo que, estando en la UCI (Unidad de cuidados intensivos), cuando me vino el paro porque no podía respirar, el doctor a cargo era un hombre de baja estatura, mexicano, al que le agarré PÁNICO. Eso, porque sentía que él tenía poder sobre mí, sobre mi vida, y podía decidir cosas sin consultarme, procedimientos que me dolieran y me hicieran sufrir. Él estuvo ahí cuando la crisis del paro se agravó hasta el punto que no podía sentarme derecha en la camilla porque no podía respirar. Él, a cargo de la UCI esa noche, fue a verme y trató de hacerme un examen al corazón, pero lo que él no quiso entender nunca es que yo NO PODÍA RESPIRAR si me acostaba... y él dale con que me pusiera hacia atrás... lo empujé un par de veces y él me miró con esa cara seria y esos ojos sin expresión que no he podido olvidar... él decidió que me intubaran, que me colocaran esa mascarilla espantosa y, en resumen, me hizo doler.

Una vez que pasó la crisis y me desintubaron, yo lo escuchaba hablar y moría de miedo, como si cayera a un precipicio. Si hubiera podido esconderme de alguna forma, lo habría hecho, con tal de que ese tipo no me viera y no decidiera cosas en mi contra. Y no es que no valore el hecho de que sus decisiones me pudieron salvar la vida, hablo de la FORMA como él se condujo hacia mí, un ser humano débil y desamparado que no sabía que diantres pasaba en su cuerpo que no funcionaba.

Este miedo también me pasó con unos pocos paramédicos y enfermer@s, a los que NO sentí como apoyo, sino casi como enemigos. Yo, estando tan vulnerable y tan sola todos esos días en la clínica.

Es doloroso para un paciente sentir esto. Te inseguriza además de todas las dolencias y temores que te provoca tu estado.

No es manera de morir. Una vez más.

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