lunes, 27 de junio de 2016

No hacer nada -o dejar que la vida te pase por encima-

Uy sí. Enfrentarse a problemas en la vida es terrible, como la llegada de un indeseado en tu casa... ojalá no verle la cara y menos acercarse...

Pero la vida es así. No siempre sale todo como deseamos, no siempre nos quiere quien queremos, no siempre alcanzamos lo que anhelamos y no siempre el mundo funciona a nuestro ritmo. Es una realidad y no podemos ni negarla ni eludirla.

Entonces, ¿qué hacemos? ¿Vivimos en un mar de lágrimas semana por medio, nos escapamos sin rumbo conocido hasta que logremos llegar a un sitio donde SÍ nos entiendan y SÍ nos acepten? Habría que ser familiar de Superman, para hacer el viaje más rápido, y andar con un equipaje estilo Chavo del 8 y su bolsito al hombro. Para el resto de los mortales, las cosas no son tan simples.

Lo otro, podría ser no echar raíces en ninguna parte, no tener trabajo estable y no pagar un alquiler. Con posesiones mínimas.

¿Y qué hacemos el resto?

Cuando nos enfrentamos a problemas, es normal y común quedarse pegado, no saber qué hacer, contrariarse... pero eso no puede durar días, semanas ni menos años.

Hay que tomar decisiones, que nos hagan poner las cosas a nuestro favor, y mejoren la situación de alguna manera.

Porque la vida no se resuelve sola, hay que despabilar, chasconearla y resolverla. Hoy.





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